martes, 11 de noviembre de 2014

Columna de Manuel Reaño: Satán no es un bacán

Probablemente no hay mucho (o en realidad nada) que hacer al respecto. Es posible que el solo comentario que haré en estas líneas me haga merecedor de epítetos como “mojigato”, “cucufato”, “moralista”, “anticuado” y quién sabe qué más... eso no importa.

Quiero preguntarles a las personas de bien que pudieran llegar a leer este artículo, independientemente de sus creencias o afiliaciones religiosas –o a la ausencia de ellas– ... es decir, a cualquier persona, sea quien sea, que se levanta cada mañana con la intención de ser una persona decente, un buen ciudadano, una buen padre, madre, trabajador, empresario, etc.: ¿Les parece normal, aceptable, loable, deseable o siquiera indiferente que el diablo sea invitado a sus vidas?

La pregunta me la ocasiona ver que el festival de cine de horror “Zinemazombie” que se lleva a cabo por estos días, auspiciado por la alcaldía de Bogotá (“Bogotá Humana”) y por el Ministerio de Cultura de Colombia, lleva como título “Satán es bacán”.

Déjenme proponerles que empecemos de muy abajo: vamos a suponer que el tal personaje no existe; vamos a suponer que usted es una persona teóricamente muy racional, que se resiste a creer en la existencia de nada que sea sobrenatural, sea Dios o sea el diablo; no hay problema. Aun desde esa posición, ¿le parece aceptable y deseable todo aquello que ese personaje –insisto: real o no real– representa? En todas las culturas ese ente, llámese como se llame, es la personificación de la maldad, de la crueldad, de la cautividad, del horror, de la destrucción, de la muerte. Sin atenuenates, sin justificaciones y sin escapatorias. ¿Son esos los valores que queremos sembrar y cultivar en nuestros hijos? ¿Es eso lo que querremos ver primar y sobresalir en nuestras sociedades? ¿No estamos acaso suficientemente hundidos en maldad, violencia, corrupción, dolor, muerte y desolación como para salir a celebrar y fomentar la presencia de ese personaje que representa y concentra todos esos antivalores?

Una cosa es que una sociedad abrace el secularismo como su opción y rechace las posiciones, las creencias, las prácticas y los fundamentos filosóficos de una o todas las religiones que practican algunos o muchos de sus ciudadanos, pero otra cosa muy diferente es que desde esa plataforma se establezca una promoción activa y deliberada de elementos que NO queremos ver alrededor de nosotros o en nuestras casas.

Aun si no existiera, Satán NO es bacán. Lo que representa NO es bacán. Lo que promueven y hacen y dicen sus seguidores (quienes SÍ existen), NO puede ser bacán sino para ellos (y eso, solo mientras no conozcan a cabalidad en lo que se están metiendo, y el precio que pagarán por su opción, claro. Después se acaba la bacanería).

Manuel Reaño Vargas